Descubriendo la Sierra de Llaberia

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA
Sierra de Llaberia : Pratid – Colldejou por las Crestas de la seda
Fecha 24 de Octubre de 2009
Senderistas Angel, Jose, Alvaro
Valoración
Destacable Divertido tramo por las crestas de la seda, estupendas vistas desde lo alto de la sierra, fantástico bosque de arces por el GR7
Recorrido Pratdip – Crestas de la Seda – Fuente de Mont-Redon – Saleres – Collado dels Colivassos – Portell de Llaberia – GR7 – Camí dels Revolts - Coll del Guix – Colldejou – Camino viejo de Pratdip – PR – C 96 – Fuente del Bullidor – Collado de la Terra Blanca – Llano dels Aladerns – Fuente de La Carabassa - Pratdip
Problemas Nada destacable
Distancia 21,05km
Desniveles Alt.mínima : 209 - máxima : 843 - acumulada : 1229m
Tiempo total 9h 22min, 6h 59min en movimiento, 3.02km/h en mov.
Dificultad Media-Alta
Track Descarga en Wikiloc


INTRODUCCION

Hacía tiempo que tenía ganas de probar alguna zona nueva para realizar nuestras escapadas sabatinas, con el hándicap impuesto de no estar a más de una hora en coche.

Trasteando por los blogs que sigo habitualmente encontré en la bitácora de Jose Luis un recorrido que me pareció muy atractivo.

Concretamente transcurre en la Sierra de Llaberia, realizando un recorrido circular entre las poblaciones de Pratdip en la comarca del Baix Camp y Colldejou en el límite del Baix Camp con el Priorat.

La Sierra de Llaberia presenta abruptas formaciones calcáreas, pétreos castillos enfajados por riscos verticales. La superficie por las zonas altas está completamente desprovista de vegetación, no así las paredes de acceso, presentando una buena población de pinos en la zona este y un estupendo bosque de arces en la zona oeste, en la vertiente de Colldejou.

En su cara Este es un mirador excepcional sobre el mar Mediterráneo.

En Pratdip existe la leyenda de los Dips, unos perros vampíricos que asolaron la comarca y cuya figura aparece en el escudo de la población, así como en retablos de una ermita cercana dedicados a la patrona local, Santa Marina.

En este recorrido de cierta dureza por su desnivel acumulado y distancia disfrutaremos de ambas vertientes de la sierra ascendiendo primero por un frondoso pinar que dará acceso a un tramo muy divertido por las denominadas Crestas de La Seda donde tendremos que realizar alguna trepada sin demasiada dificultad, aunque con algún tramo aéreo y ligeramente expuesto. Atravesaremos el Pas dels Siscus, un fácil paso equipado con cadenas. Ya en la vertiente de Colldejou tomaremos el GR7 disfrutando de un bello bosque de Arces. El regreso se realiza por el restaurado camino viejo de Pratdip a Colldejou siempre rodeados de abundante vegetación y frondosos pinares.


PUNTO DE INICIO

Debemos desplazarnos a Pratdip, en la comarca catalana del Baix Camp.
Un buen lugar para dejar el coche es al final del pueblo, donde se encuentran unos contenedores de basura. Allí hay habilitado un pequeño parking y ya encontramos los primeros paneles indicadores de la ruta

DESCRIPCIÓN DEL RECORRIDO   

Conscientes de lo prologando del recorrido decidimos madrugar un poco más de lo previsto y a las 6:45 ya estábamos en Pratdip.

Esta zona de Cataluña es famosa por el fuerte viento que suele soplar y en esta ocasión su fama estuvo justificada. Sólo bajar del coche el dios Eolo nos recibe con fuerza y acaba acompañándonos durante casi todo el trayecto.

Sin pensarlo demasiado nos ponemos los frontales y empezamos el recorrido prácticamente de noche y sin Dips a la vista. Desde el parking vemos las primeras señales que nos llevan a cruzar la carretera T-310 y continuar unos pocos metros por asfalto. Enseguida nos desviaremos a la izquierda por un camino pavimentado que empieza a subir fuerte. Vemos las primeras pintadas del PR que deberemos ir siguiendo.

Encontramos una cadena que cruzamos y proseguimos por el camino para, a la vista de una señal de PR desviarnos a la izquierda por senda, un poco antes de llegar a una casa donde termina el camino.

Estamos andando entre un frondoso pinar, por una estrecha y bien dibujada senda que gana altura rápidamente. El desnivel es pronunciado y nos saca los primeros colores. Abundantes pinos caídos y ramas rotas se nos presentan como testigos mudos de los tremendos vendavales que deben sufrir estos árboles.

Cómo sopla el viento por esta zona
 

La senda acaba en una pista que tomaremos hacia la derecha para abandonarla muy pronto por la izquierda a la vista de los abundantes paneles que nos indican los múltiples destinos a los que podemos acceder desde aquí.

El desvío está claro

Nos encontramos en la senda de acceso a las crestas de la seda. Seguimos ascendiendo sin tregua, aún entre bosque. Pronto el pinar queda atrás y accedemos a una zona más despejada.

Dejamos el bosque pero seguimos ascendiendo

Empieza a amanecer
 



Una paradita, con Pratdip al fondo

Ya podemos ver las crestas de la seda enfrente nuestro. En la cara Oeste las verticales paredes de La Dovia.

Puntos azules de pintura nos acompañan y guían nuestros pasos mientras avanzamos por senda suficientemente  definida en dirección a las crestas. Pronto llegamos al Coll de la Seda.

Llegamos al Coll de la Seda y ya vemos las crestas


Y el Cavall Bernat al fondo

A partir de este punto la senda es menos visible, debemos avanzar en ocasiones trepando y en otras por pasos un poco aéreos, pero sin gran dificultad. Basta con asegurar los pasos y dejarse guiar por las marcas azules que nos llevarán por el camino más fácil. Es un tramo muy entretenido que nos permite ganar altitud rápidamente, además de resultar un precioso balcón hacia el valle y el Mediterráneo.

Empezamos el cresteo, primero muy fácilmente


Aunque pronto hay que usar las manos




Algún tramo aéreo pero sin dificultad



Otra víctima del viento

Superadas las crestas llegamos a una zona más llana donde la senda reaparece, la seguiremos hacia el Noroeste en dirección a otro resalte rocoso conocido como el Pas dels Siscus. Se trata de un fácil paso equipado con unas cadenas que nos permitirán rebasarlo sin dificultad. En caso de que este paso se nos atragante, siempre se puede tomar una senda que nace al pie de éste, y que lo rodea por la izquierda.

Superadas las crestas retomamos la senda
 

Panorámica de La Dòvia y el Portell de les Canals


Ya tenemos delante el Pas dels Siscus
 

Unas cadenas nos facilitan el paso



Superamos el paso y vemos al fondo curiosas rocas separadas por cortes verticales, conocidas como el Portell de les Canals. Un poco más adelante encontramos un cruce que nos permitiría acercarnos a visitarlos, pero en otra ocasión. Hoy continuamos en dirección a Mont Redon.

Atravesamos otro tramo empinado

Avanzamos por terreno pedregoso pero sin grandes desniveles, resulta sencillo avanzar. Pronto llegamos a una gran llanura desde donde divisamos claramente enfrente nuestro la cima de Mont Redon y a su derecha un poco más lejos la cima del Cavall Bernat, otra visita pendiente para próximas rutas.

Avanzamos por terreno pedregoso
 

Llegamos a una llanura donde se divisa Mont Redon y el Cavall Bernat
 

Avanzamos por la llanura para encontrar otro poste indicador. Podríamos seguir recto para visitar la fuente de l’Aliga o desviarnos a la izquierda para acercarnos hasta la fuente de Mont Redon. Decidimos desviarnos hacia la fuente de Mont Redón y seguir el track original de Jose Luis.

Encontramos un poste cerca de la cima de Mont Redon


Un posado no viene mal, con la excusa … un respiro

En pocos minutos se alcanza la fuente que presenta un abrevadero de reciente construcción. Un buen lugar, bastante resguardado del fuerte viento donde paramos a desayunar. Compruebo el GPS y veo que apenas hemos recorrido 3,5km en algo más de ¡2 horas! … el inicio de ruta ha sido duro y muy entretenido por el cresteo, aunque permite hacerse una idea de lo prolongado de esta ruta.

Descendemos hacia la fuente de Mont Redón por terreno abrupto


La fuente de Mont Redon y el abrevadero



Buen lugar para almorzar

Sin demorarnos demasiado retomamos la senda que vuelve a ascender para acercarnos al collado de Mont Redon, zona donde volvemos a llanear por una bonita senda.

Colores de otoño

Al fondo la Miranda, con una construcción y un vértice geodésico en su cima. A nuestra izquierda los verticales cortados del Racó de la Dovia y el Bosc Negre resultan impresionantes.

La Sierra y la Miranda al fondo
 

Las marcas azules omnipresentes nos conducen sin dudas orientativas hasta otro panel indicativo que seguiremos en dirección al Collet dels Colivassos. La senda desciende ligeramente adentrándose en un bonito bosque de encinas y pinos que atravesamos sin más dificultades por senda muy agradable.

Llegamos a Les Saleres, tomamos dirección al Collet dels Colivassos
 

Vista atrás a Mont Redon y la senda que hemos recorrido
 

Cruzamos este imponente circo


Vamos bajando a la vista de los postes de madera
 

En el bosque encontramos esta curiosa piedra-trampolín

La senda acaba en una pista donde encontramos otro panel indicador. Debemos continuar por la derecha pero primero podemos desplazarnos unos metros a la izquierda para visitar un panel interpretativo que nos revelará los nombres de las sierras visibles desde este privilegiado mirador.

Llegamos al collado dels Collivassos


Vista del panel


Pratip, a golpe de zoom

Tras la visita al panel retrocedemos por la pista para encontrar un cruce de caminos, estamos en el collado dels Collivassos. La pista se bifurca en tres, seguiremos la del centro que asciende ligeramente. La Miranda está muy cerca, si el recorrido no fuera tan largo merecería la pena acercarse y añadir otro vértice geodésico a la colección … pero quizás en otra ocasión.

Pasamos muy cerca de La Miranda y el vértice geodésico

Avanzamos por pista unos 200 metros para encontrar un camino descendente a nuestra izquierda. Lo tomamos para desviarnos a la derecha en el primer cruce. Encontraremos una balsa a la derecha del camino y un poco más adelante unas pequeñas cuevas conocidas como Les Covetes de Cal Vaqué.

Avanzamos hacia el Portell


Les Covetes de Cal Vaqué



¡Oh no! ¿Algún Dip por la zona?

Continuamos por el ancho camino sin desviarnos hasta encontrar otro panel indicativo que seguiremos hacia la derecha en dirección al Portell de Llaberia. Un portell es una apertura entre las paredes de roca que nos ofrece el acceso a otro valle o zona de lo montaña.

Llegamos al portell, donde coincidimos con el trazado del GR7. Desde el portell se nos muestra enfrente la espectacular mola de Colldejou y a nuestros pies un fabuloso bosque de arces. El camino que seguimos, conocido como el camino dels revolts es espectacular, digno de los bellos parajes a los que nos tiene acostumbrados el GR7.

El Portell de Llaberia
 

Al fondo la mola de Colldejou

Completamente rodeados de abundante vegetación, los colores del otoño nos embelesan mientras vamos descendiendo con facilidad gracias a las lazadas que presenta el camino. Realmente es la parte más vistosa y agradable de todo el recorrido, merece la pena disfrutarla con calma.

Detalles del camí dels revolts



Demasiado pronto se acaba el bonito camino que desemboca en una pista donde encontramos una balsa y la fuente del Abellar que la alimenta. Allí también hay un panel indicador que nos guía hacia Colldejou.

La fuente del Abellar


Nos esperan cuatro kilómetros por pista. Pasaremos por el collado del Guix y a la vista de otro poste indicador seguiremos hacia Colldejou en fuerte descenso, siempre por pista y sin desvíos. A nuestra derecha las paredes de la sierra por donde hemos pasado hace unas horas.

Avanzamos por pista


El Coll del guix
 

En lo alto queda la sierra que hemos recorrido
 

Avellanos y la mola de Colldejou

Llegamos a Colldejou entre campos de labranza y descendemos por sus estrechas calles en dirección al bar del pueblo para comer algo. Unos buenos bocatas y un merecido descanso nos reconfortan para encarar la vuelta a Pratdip.

Llegamos a Colldejou


Con el estómago lleno y a estas horas (las 13:30) apetece más echarse una siesta que tirarse al monte pero hay que regresar y encaramos el recorrido con buen humor.

Para continuar con la ruta bajamos hasta la carretera T-322 y continuamos por ella en dirección a Mont-Roig (Este). Cruzamos el Barranco de la Font del Noguer y pronto vemos un poste indicador a la derecha de la carretera que nos adentra en una senda que avanza descendiendo ligeramente entre bosque y campos de cultivo.

Dejamos Colldejou por la parte baja del pueblo

Pronto se acaba el tramo descendente, estamos rodeados de bonito bosque y abundante vegetación y la senda empieza a empinarse considerable, aunque es sólo un aperitivo de lo que nos espera.

La senda es preciosa

Cruzamos el barranco de Les Estellades ascendiendo fuertemente para enlazar con una pista que tomaremos hacia la izquierda. Vemos señales de PR que seguiremos atajando algunas curvas de la pista.

Hay suficientes postes indicadores

Tras un tramo en fuerte ascenso abandonamos la pista para seguir recto por senda.  A nuestra derecha una balsa para la prevención de incendios y cerca la fuente del Bullidor.

La fuente del Bullidor y la balsa

El paisaje es ameno y muy agradable, aunque el fuerte ascenso nos lleva resoplando por la bonita senda.

Continuamos disfrutando de la senda

Por fin el duro ascenso finaliza y vamos llaneando entre pinos, a nuestra izquierda podemos contemplar el Mediterráneo que nos recibe con un azul intenso.

Panorama de la costa

Llegamos al collado de la Terra Blanca siempre por senda y sin desvíos. El seguimiento resulta sencillo mientras empezamos a descender fuerte en dirección al Pla dels Aladerns donde encontramos un cruce de caminos con panel indicador.

En el Pla dels Aladerns, más indicaciones

Ahora toca descender fuerte

Seguimos recto en dirección a la fuente de La Carabassa otra vez en ascenso, aunque durante un corto tramo. El camino sigue siendo estupendo, adentrándonos de nuevo entre abundante vegetación.

Sin más desvíos llegamos en poco más de 1km a la fuente de La Carabassa que aparece seca.

Llegamos a la fuente de La Carbassa

Continuamos descendiendo hasta enlazar con una pista donde encontramos otro panel indicativo. Tomamos la pista hacia la izquierda para encontrar enseguida un poste con pintura amarilla en su borde a la derecha del camino, lo seguimos para retomar la senda.

Nos quedan dos kilómetros hasta llegar a Pratdip en contínuo descenso. Buscaremos los postes con pintura amarilla que nos guiarán sin demasiados problemas entre el bosque y los primeros campos cultivados de las cercanías de la población.

Más tramo descendente
 

La senda nos lleva a conectar con el camino pavimentado del inicio del recorrido. Lo seguimos hacia el pueblo, no sin antes refrescarnos a conciencia en una balsa que encontramos en el Mas del Colomer, a la izquierda del camino.

Acabamos, llegando a Pratdip

Finalizado el recorrido coincidimos en la dureza del mismo y la calidad que presenta el primer tramo que transcurre entre Pratdip y Colldejou. El recorrido por las crestas y las vistas que desde allí se disfrutan, así como el agradable descenso por el GR7 fue lo mejor del recorrido. En cuanto al tramo de regreso a Pratdip, se realiza siempre por senda agradable pero sin mayores atractivos que el propio camino.

La Photo-Finish

Mientras repaso las notas y el mapa para realizar esta crónica me doy cuenta que estamos ante una sierra digna de visitar en más de una ocasión y con múltiples posibilidades excursionistas … ¡volveremos!


RECURSOS Y OTROS DATOS

- Gráfica de altitudes    


- Mapa del recorrido 


- Todas las fotos


… y si habéis llegado hasta aquí quizás os apetezca leer un corto relato que ha creado Jose inspirado en la ardua labor del procesado de fotos y narración de las rutas que alguna que otra noche hace que me acueste a horas intempestivas … y que, según mi modesta opinión le pone el broche de oro a esta crónica.

Así que finalmente el procesado de las 300 fotucas han podido con el bloggero, parece que te estoy viendo, te imagino …

...Rodeado de mogollón de fotos, el primer descarte fácil, el segundo más complicado, los sucesivos... ni te cuento, elegir las mejores entre muchas buenas, buff, difícil elección, entonces, ofuscado, te entra el sueño, cabeceas, y sucede lo inevitable... De repente, un sobresalto, te despiertas aturdido, con la cara encima del portátil, el teclado babeado y las teclas totalmente marcadas en tu cara, que te rascas para aliviar el molesto hormigueo. En el subconsciente, dudas, ¿habrá sido un sueño o me ha pasado realmente? … la mente, la memoria, que grandes desconocidos. Pero en la mente un recuerdo:  ... una manada de feroces Dip's persiguiéndote, tu, fatigado, desesperado, enfrente una dura, empinada, e inacabable sendera ascendente. Menos mal, queda poco para coronar el collado, ya ves el final del mismo, lo conseguiste, estás arriba, ahora esta "tot planet". Con el corazón a 180, sin aliento, una mirada atrás … te pone los pelos de punta. Los tienes encima, ya sientes el hedor asesino de su aliento carroñero en la nuca, sientes que tu final está cerca, no puedes más, estás sin fuerzas. De repente..., la salvación, llegas a la vía ferrata, paso imposible para esas fieras. En un certero salto sacando fuerzas de flaqueza consigues alcanzar el primer peldaño de las cadenas, justo en el momento en que el Dip más cercano había lanzado su ataque. Te roza la bota con su hocico, y se golpea contra la roca, buf por poco. Sigues escalando la roca, ayudado por las cadenas  y demás anclajes  mientras ellos, los perros vampiro, sin éxito intentan encaramarse. Uno de ellos resbala y se precipita al vacio. Te relajas. El peligro ha pasado, es un verdadero sosiego, llega la calma, el relax. Respiras, exhalas una gran bocanada de aire.  Pronto rebasarás el obstáculo... un paso más y estarás arriba. Última mirada hacia abajo, los Dips siguen allí  sin poder hacer nada, han perdido la batalla, alzas la cabeza  para incorporarte victorioso pues has llegado arriba. Mirada al frente y... la inmensa boca, babeante y con restos de sangre del Dip más fiero se dirige a tu yugular. Pegas un gran grito, te desequilibras, un fuerte balanceo hacia atrás, estás volando. La caída es inminente, un golpe fatal, y abajo esperan tus predadores, ahora felices, pasa toda tu vida en esos segundos de caída, ¡pum!, un duro golpe contra el suelo, y...¡que susto!, todo ha sido un sueño, con el corazón aun palpitante, pero relajado, apagas el portátil, la tele, las luces y te vas a dormir...