Intensa, salvaje, aventurera, exigente, bellísima ... son algunos de los adjetivos apropiados para describir la ruta que hemos realizado por los impresionantes barrancos de Orió y Barretes.
Como bien aseguran Joan Tirón y Vicent Pellicer en sus libros, estamos ante una de las rutas más complejas y físicamente exigentes de las que se pueden hacer en este parque, aunque seguramente la más bella y apasionante.
Nos adentraremos en zonas donde el camino hay que intuirlo, ayudados de algunas marcas que encontraremos y conscientes de que no debemos desviarnos ni un metro del sendero correcto ya que es muy fácil extraviarse.
Estaremos varias horas sorteando precipicios, moviéndonos por estrechas sendas y embriagándonos con la increíble visión del entorno que nos rodea. Desde los más altos miradores hasta las profundidades de los barrancos, en un continuo sube y baja que pondrá a prueba las piernas de cualquier avezado senderista.
Si decidís aventuraros a realizar este recorrido es muy aconsejable un mapa de la zona y el GPS con el track cargado, además de ser conscientes de la dureza del mismo.
Tomamos la carretera que va desde La Cenia a Tortosa y, una vez pasado el Mas de Barberans, estaremos atentos a una señal a la izquierda de la carretera (a unos 2km del pueblo) que indica Barranco de Lloret. Nos desviamos y, por pista asfaltada durante unos 7km, llegaremos a una zona donde la pista se encuentra cerrada con una puerta. A la derecha encontramos un ensanche del camino donde podremos aparcar.
Disfrute y esfuerzo a partes iguales ... qué belleza, qué majestuoso entorno, qué manera de empequeñecerse ante la magnitud de los barrancos que rodeamos ... y ¡qué esfuerzo! a una dura subida inicial le sigue un continuo sube y baja que no cesará hasta que hayamos atravesado los barrancos y lleguemos a la pista de retorno al coche.
Veamos el transcurso del día ...
Desde la zona donde dejamos el coche parten dos pistas, una asfaltada y bloqueada por una puerta por la izquierda que es por donde acabaremos el recorrido y otra de tierra que continúa recto acercándose al lecho del barranco de Lloret, seguiremos ésta.
Pronto cruzamos el barranco por un puente de madera y seguimos un senderillo por nuestra izquierda, desechando el que continúa por la derecha.
Cruzamos el barranco de Lloret por un puente de madera


Estamos siguiendo el curso del riachuelo que fluye por el barranco para encontrar enseguida un poste que indica Els Bufadors. Merece la pena acercase para ver el nacimiento del agua que mana del subsuelo.
Els Bufadors


Tras la visita volvemos al sendero que aún se mantiene un corto trecho llaneando, pero pronto encontramos una bifurcación que tomaremos hacia la derecha para empezar a ascender fuerte.
Vamos a superar un desnivel de unos 500 metros en poco más de 1,5km y conviene tomárselo con calma. Encontramos las primeras marcas rojas que nos acompañaran durante casi todo el recorrido.
Avanzamos rodeados de boj, aliaga y romero en un entorno nada amigable, con pocas o casi ninguna sombra. Aunque basta con alzar la vista para asombrarse de las increíbles formaciones rocosas que nos esperan y hacia las que nos dirigimos sin dudas orientativas.
Miramos atrás, amanece


Encontramos otro cruce señalizado, que tomaremos en dirección al Escarrisó de Borosa. Seguimos ascendiendo sin tregua, sin olvidarnos de vez en cuando de volver la vista atrás para disfrutar de la privilegiada visión en primer término de las Moles de Roudora y en segundo plano del Castell de l’Airosa y de la Roca Xapada. Ambas sierras conforman un entorno de gran belleza.
Vamos bien

Ascendiendo fuerte


Les Moles, Airosa y la Roca Chapada

Formaciones rocosas imposibles



Durante el ascenso pasaremos por una pequeña tartera en la que sobrevive una higuera de buen tamaño, uno de los pocos árboles que hemos encontrado por el camino de subida.
En la tartera


Desde la tartera nos encaminamos hacia una empinada canal que nos conducirá a uno de los atractivos del día, el Escarrisó de Borosa. Conviene aclarar de qué estamos hablando cuando nos referimos a un escarrisó. Copio un texto extraído directamente de la bitácora de Jose Luis :
Un escarrisó, en el lenguaje de la gente del Port, es una canal por donde presumiblemente los antiguos leñadores subían a sitios inaccesibles ayudándose de troncos cortados y apoyándose en sus ramas.
Actualmente están acondicionados con troncos y travesaños a modo de escaleras rústicas...
También es interesante este otro texto que he extraído de la bitácora de Lluís :
Juan la Mola "Borosa", fue un leñador francés de finales del Siglo XVII afincado en Tortosa y que cortó leña, tanto para el Rey como para la ciudad de Tortosa.Fue procesado en varias ocasiones para cortar madera sin permiso .
La canal que nos llevará al Escarrisó

El Escarrisó de Borosa

Aclarados los términos diré que es una grata experiencia personal el encontrar y disfrutar de estos pasos que antaño usaban por necesidad la gente que trabajaba en este duro entorno y que hoy los aficionados y amantes de la naturaleza apreciamos por su carácter histórico y su adaptación al entorno sin degradar en absoluto la belleza que lo rodea.
A la vista del escarrísó subiremos por él superando un paso cerrado y rodeado de imposibles formaciones rocosas. Merece la pena contemplar con detenimiento el bello rincón en el que nos encontramos.
Subimos por el Escarrisó



Seguimos por senda un corto trecho más para llegar a un collado que nos abrirá la visión hacia la vertiente Norte, estamos en el Coll dels Morralets y la cima del Monte Caro aparece claramente visible. Es un cruce importante, desde aquí podemos desviarnos a la derecha para visitar la Cova Pintada, o seguir en dirección Norte-Noroeste en dirección a Cova Ebre y encontrar el GR7.
El Coll dels Morralets

Al fondo se divisa la cima del Caro

Una curiosa visión

Aunque en esta ocasión nosotros nos desviaremos a la izquierda a la vista de una pintada en una roca que indica A Lloret. A partir de aquí conviene estar especialmente atentos a las marcas rojas y alguna fita que iremos encontrando.
Hacia el Coll de Lloret

En el collado hemos finalizado la subida inicial y, lo que ahora nos ha parecido una buena subida es sólo un pequeño aperitivo de lo que nos espera.
Se ha acabado el sendero definido y empieza la zona más aventurera. El camino se intuye vagamente y no deberemos perder de vista la última marca encontrada hasta estar seguros de localizar la próxima. Es así de simple.
Aún estamos andando por zona desarbolada y con la altura que hemos ido ganando podemos asomarnos a nuestra izquierda para contemplar los verticales cortados y la profundidad a la que transcurre el barranco de Lloret. Sobrecogedor.
Es un disfrute

En el curso del sendero destaca una vertical pared inaccesible y de considerables dimensiones, con varias buitreras alojadas en sus dominios. Se trata de la Roca del Migdia. Debajo de ella otro bello rincón que merece una excursión, el Racó del Moro.
La Roca del Migdia

La Joca

El Racó del Moro

¡Tremendo!

Encontramos una fuente, la Font de la Roca la Penya, donde suelen refrescarse los buitres y continuamos nuestro recorrido.
Font de la Roca de la Penya, mejor no beber

Finalmente llegamos a otro collado, el Collado de la Roca de la Penya y ante nosotros se muestra majestuoso, salvaje, enorme, el espectacular Barranco de Orió. El entorno cambia radicalmente, nos adentraremos en un entorno boscoso donde el pino negro y el boj son los señores absolutos.
Nos acercamos al collado

El espectacular Barranco de Orió (ver ampliado)

Aquí aún más si cabe seremos precavidos en nuestro avance, estando siempre atentos a las marcas y procurando no desviarnos en ningún momento del camino. Nos esperan varias horas de continuas bajadas y subidas por empinadas canales, escarpadas laderas y espesos bosques. No he visto terreno más salvaje en todo el parque del Port.
El camino nos llevará a lo más profundo del barranco para llegar a su cabecera y cruzarlo continuando por su vertiente Este.
Por el barranco de Orió



La espesura del bosque resulta embriagadora y, aunque el esfuerzo físico es considerable, las sensaciones son fantásticas. Es una experiencia muy gratificante, el entorno te renueva el espíritu y consigue arrastrarte irremisiblemente hacia sus dominios. Pronto la rutina diaria desaparece y no queda nada más que el camino, la belleza del bosque y las imposibles murallas de roca que nos rodean. Resulta complejo plasmarlo con palabras.
Por el barranco de Orió


Salimos a terreno más despejado, al fondo el collado del que venimos

Curiosas formaciones, al fondo el Coll de Lloret

Aunque pronto la espesura vuelve a atraparnos


En el transcurso del camino, entre tantas otras formaciones rocosas habrá una que nos llamará especialmente la atención. Se trata de una roca agujereada de considerables dimensiones, considerada por los eruditos de este terreno como El Ojo del Cíclope … si lo veis en directo entenderéis porqué.
Llegamos al Pont Foradat


Miramos el reloj … 6 horas de camino y poco más de 7km recorridos ¡tremendo!.
Andando, a veces agazapados y en ocasiones gateando debido a la espesura del sotobosque llegamos a otro escarrisó, el Escarrisó de Barretes situado en el barranco del mismo nombre y por el que descenderemos para superar otro resalte de unos 6 ó 7 metros.
Atravesamos pasos realmente empinados


Un respiro y …

Llegamos al Escarrisó de Barretes


A los pies del escarrisó una fuentecilla, la Fuente del Moreno. A su izquierda una marca roja nos guía de nuevo hacia abajo, adentrándonos en el barranco por caminos complejos y difíciles de seguir pero manteniendo e incluso incrementando su belleza.
La Fuente del Moreno

Por el barranco de Barretes


Poco a poco el bosque se va abriendo y ya divisamos una pista hacia la que nos dirigiremos, abandonando los dominios de tan abruptos barrancos que nos han dejado el alma encogida y el corazón “tocado”. Acabaremos volviéndonos adictos a este parque natural.
Dejamos atrás los barrancos

Llegamos a los Planets d’Orió

Una vez llegamos a la pista seguiremos por la izquierda, en continuo descenso. Resulta imposible resistirse a mirar hacia el Norte e intentar adivinar por dónde hemos caminado entre las miles de rocas de formas imposibles que divisamos.
Tomamos la pista hacia la izquierda

Una pequeña cueva a la derecha de la pista

La Roca del Migdia, hace unas horas estábamos por ahí detrás


Al poco accederemos a un collado, el Coll Ventós donde hay una valla que impide el paso al ganado. Superada la valla nace un senderillo por la derecha que seguiremos. A partir de este punto entramos en zona de pasto de toros bravos, por lo que hay que tomar las precauciones oportunas.
Bajamos en dirección a la balsa de agua

Nosotros encontramos a varios tumbados tranquilamente y no se molestaron ni en levantarse, pero mejor dejar alguna distancia entre nosotros y las reses por si acaso.
En algunas zonas el sendero resulta perdedor por los abundantes caminillos que han abierto los toros en su devenir por esta zona pero no será difícil recorrer el corto tramo que nos dejará en una nueva pista, al lado de una gran balsa de agua.
Aquí también seguiremos por la izquierda , encontrando otra agradable sorpresa : la Font dels Divendres. En medio de las aliagas y las coscojas sale una garganta espléndida de agua. La teja que hay en su boca le da fuerza, la empuja y la tira por las laderas del camino.
La Fuente dels Divendres

Detalle

Ya sólo queda un corto tramo por la pista, pasando al lado del Mas del Cansalader que nos dejará en el aparcamiento.
El Mas del Cansalader

Cansados pero exultantes hemos hecho a mi parecer una de las mejores (quizás la mejor) de las rutas que se puede realizar en estos parajes. Muy recomendable, aunque siendo conscientes de la dificultad y exigencia de la misma.
RECURSOS Y OTROS DATOS
- Perfil de altitudes
- Mapa del recorrido
- Todas las fotos en diapositivas.
Fuentes de información
El massís del Port : el plaer de l’aventura Els Escarrisons de Lloret en el Blog de Jose Luis
Els Escarrisons de Lloret en el Blog de Lluis
Mapa del Port – Editorial Piolet