Pirineos 2017 Día 2 Hospice de France - Refugio de Espingo

Ficha Técnica


Fecha : 28/07/2017

Recorrido : Hospice de France – Camino de la Emperatriz – Circo de la Glère – Collado de Sacroux – Collado de Pinata – Lac de Graues – Lac Vert – Cercanías Refugio de Maupas – Circo de Crabioules – Cabaña de Sarnes o Refugio de Crabioules – Enlace GR-10 – Refugio de Espingo

Distancia : 32km

Desnivel positivo :: 2300m aprox.

Valoración : Durísimo tramo, largo, con mucho desnivel acumulado y además difícil. Buena parte del recorrido transcurre entre sendas estrechas y con apabullantes patios. En ocasiones cadenas en la roca nos ayudan a afianzar los pasos. Crestas aéreas y caminos complejos pondrán a prueba las fuerzas y la destreza en una larguísima jornada.

Recursos :  


Punto de Inicio

Iniciamos el recorrido en el Hospice de France, donde hicimos noche viniendo desde los Llanos del Hospital de Benasque. Este refugio francés es accesible por carretera también, desde Benasque vía Viella y Bagnères de Luchon.

Descripción del recorrido

A las cinco de la mañana suena el despertador y, mientras el resto del refugio aún duerme, abandonamos la acogedora habitación para dar buena cuenta del desayuno que tan amablemente nos habían dejado preparado los guardas.

No son las cinco y media todavía cuando, a la luz de las frontales, empezamos el segundo día de travesía. Hemos descansado bien, afortunadamente para lo que nos espera hoy, e iniciamos nuestra andadura afrontado una corta pero dura pendiente que nos permite enlazar con el Camino de la Emperatriz.

Camino de la Emperatriz



Este camino, del que ya habíamos oído hablar, es una auténtica delicia. Un bucólico paseo entre el bosque con apenas desnivel que hay que disfrutar con calma, cada curva del sendero, cada rincón desprende una belleza exagerada, deliciosa.

Por el Camino de la Emperatriz





Tras un buen rato disfrutando, salimos del bosque finalizando la única parte cómoda de la travesía de hoy. Se abre el imponente Circo de La Glère rodeándonos altivas paredes calizas.

Cambio de camino, hacia el Col du Sacroux



El Circo de la Glère, imponente



Nuestra continuidad requiere cruzar dos torrentes, ahora secos, que viendo la cantidad de piedras y restos de vegetación deben llevar abundante agua en la época del deshielo.

Dejamos a nuestra izquierda un camino que permitiría remontar los murallones para cruzar a España. Nosotros seguimos dirección Este por un senderillo bastante estrecho y rodeado de arbustos.

Bonitos torrentes



Un vistazo al valle



Se acabó la comodidad, encaramos ahora uno “muro” de 500 metros positivos para alcanzar el Collado de Sacroux en poco más de 1km. Estrechas y apretadas lazadas nos aconsejan un paso lento y firme mientras la niebla del valle se levanta y nos priva de toda visibilidad. Por un rato pensamos que nos acompañará todo el día.

Y la niebla nos engulle …



Poco que contar de esta subida y ninguna foto dada la escasa visibilidad. Afortunadamente poco antes de ver el collado, la niebla se despeja y volvemos a disfrutar del magnífico entorno que nos rodea. Murallones por doquier y prados verdes, de todos los verdes imaginables. Gozamos.

Afortunadamente dejamos la niebla “agarrada” en el valle



La subida se las trae




Un pequeño esfuerzo más y alcanzamos el Collado de Sacroux. Esta ha sido la subida más “prolongada” del día, pero no hay que confiarse. Los algo más de 20km que nos quedan son un contínuo sube y baja que no dará tregua.

Col du Sacroux, un collado de manual



Desde el collado vemos una estrecha senda que, colgada sobre el valle, va remotando suavemente a media ladera hasta el Collado de Pinata. Es un tramo complicado en el que la senda en ocasiones parece desmoronarse hacia el valle y en el que conviene afianzar los pasos y tomarlo con calma. El vértigo está prohibido a partir de ahora.

Continuamos, todo lo que está a la vista hay que caminarlo




Otro precioso valle



Senda colgada



Atrás queda del Collado de Sacroux



Alcanzamos el Collado de Pinata y nos dirigimos al Sur para descender hasta el pequeño Lac de Graues, dejándolo pronto atrás mientras ascendemos al Lac Vert para disfrutar de este magnífico ibón y del entorno que lo rodea.

Collado de Pinata, vemos el Lac Vert y todas las laderas a superar, aún queda muchísimo que andar



Lac de Graues



Lac Vert




Bordeamos el ibón y, pretendiendo evitar una pérdida de desnivel de unos 100 metros que realiza el camino, lo abandonamos avanzando por una loma herbosa sin demasiada dificultad. Viéndolo ahora, una vez hecho, hubiera sido mejor avanzar a buen ritmo por el camino.

De un modo u otro alcanzaremos el camino que, en apretadas zetas, vuelve a ascender fuerte hasta alcanzar una instalación que parece ser un generador de electricidad. Unos cientos de metros más arriba se ubica el refugio de Maupas. También, desde la comodidad del hogar, pienso que hubiera sido un buen fin de etapa.

Ascendiendo en apretadas zetas, mis fuerzas empiezan a flaquear



Es la hora de comer y aún estamos a mitad de camino, los 15km restantes prometen ser muy duros. Jose, como de costumbre, sigue con sus fuerzas intactas pero yo me encuentro muy cansado. El desnivel acumulado y, sobre todo, las dificultades del camino me están pasando factura.

De todos modos, hay que continuar. Nos comemos el reseco bocadillo que nos han preparado en el refugio y proseguimos nuestras andanzas por una senda de vértigo. Es totalmente espectacular, un camino excavado en la roca que nos hace temblar las piernas. El entorno es sobrecogedor, fabuloso.

Boquiabiertos nos deja la visión de la continuidad del camino



Sin palabras




Sin parar de subir y bajar, subir y bajar, cruzar el increíble Circo de Crabioules caminando en muchas ocasiones por el borde de una acequia que conduce el agua del deshielo alcanzamos el refugio libre de Crabioules. Está en muy buen estado y con espacio suficiente para hacer una hoguera y dormir un nutrido grupo de montañeros.

Agua por doquier



Seguimos






Refugio libre





Las vistas desde el refugio no desmerecen



Un pequeño descanso y proseguimos con el monótono sube y baja. Nada de atajos, toca rodear todas y cada una de las laderas que venimos divisando desde hace horas. Sin tregua. Aún alguna trampa nos queda en forma de afilada cresta herbosa, con bajadas en las que toca echar el culo al suelo para no resbalar y luego remontar con ayuda de cadenas … brutal.

Delicada cresta herbosa tras una subida vertiginosa



Siempre avanzando con precaución



A lo lejos vemos el collado en el que conectaremos con el GR10



Finalmente, y tras lo que parece ser días en vez de horas, conectamos con el GR10. Era el punto de referencia, ya que desde aquí el camino ya sabíamos sería fácil, bien marcado y cómodo.

Punto en el que conectamos con el GR10



Un zoom al Pico Salvaguardia y al Pico de la Mina, por ahí andamos ayer



Son las 6 de la tarde y decidimos separarnos. Jose que va sobrado sale a toda velocidad para llegar a hora al refugio y confirmar nuestra llegada. Como estamos en el GR, no hay problema de continuidad.

Jose enseguida me saca una buena distancia



Aún quedan un buen par de repechos que nos harán temblar las piernas y luego una interminable, interminaaaaable bajada envueltos en una niebla que no deja ver nada para finalmente alcanzar el refugio de Espingo.

Larga travesía a media ladera



Pero no acabó ahí la cosa. La traicionera niebla hizo que me pasara de largo el refugio y, Jose, al preocuparse por mi tardanza y conocedor de un cruce previo al refugio que podría ser conflictivo, sale en mi búsqueda justo en el momento en que yo pasaba de largo el camino de acceso.

Esto hizo que aún tardáramos un par de horas en vernos. Descendió hasta el refugio de Ôo por si yo me hubiera confundido y, una vez allí, llamó al refugio de Espingo confirmando mi llegada. Ya tranquilos los dos y localizados, por fin nos encontramos bien entrada la noche para intentar descansar lo máximo posible y afrontar la tercera y última jornada de esta trepidante travesía.

Refugio de Espingo


1 comentario:

  1. Buuuf...brutaaaaal, solo recordarlo me tiemblan las piernas, larguísimo, inacabable, extenuante, pero afortunadamente con un final feliz, y lleno de emociones muy dispares, quizás fuera el aviso o preludio de lo que nos tendría que pasar al dia siguiente.

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