Ficha Técnica
Fecha : 13/11/2010
Senderistas : Angel, Jose
Recorrido : Coratxà – PR – Roques Masmut – Fuente Canaleta – Pont Xafat – Peñarroya – Mirador del Masmut – Senda Romería – Vértice La Tossa – Creu del Llop – Enebro Monumental – Cingla de Sant Jaume – Pi de Pitxi – Vértice Puntasa – Cueva – Avenc de l’Ase – Coratxà
Distancia : 30,72km
Desnivel positivo : 1308m / Desnivel negativo : 1323m
Tiempo total : 10h 11min / En Movimiento : 6h 59min
Valoración : Interesante ruta de cierta dureza por su longitud que nos permite enlazar en un recorrido circular los pueblos de Coratxà y Peñarroya de Tastavins, utilizando la pista que sigue el curso descendente del Arroyo de Prades en la ida y el camino antiguo de Coratxà (también el de la romería de Vallibona a Peñarroya) para la vuelta. La orientación es sencilla ya que los caminos, aunque no estén marcados en la totalidad del recorrido, son evidentes y fáciles de seguir.
Recursos :
Introducción y Punto de Inicio
Estamos ante un bonito recorrido en el que aparte del atractivo de recorrer los caminos que se usaban para comunicar estas poblaciones disfrutaremos de la contemplación en todos sus ángulos de las verticales Roques del Masmut, andaremos por bonitas sendas entre pinares, visitaremos dos vértices geodésicos y llenaremos nuestras retinas de amplias panorámicas desde el Cingle de Sant Jaume. No acabaremos la jornada sin visitar una cueva y el Avenc de l’Ase.
Llevábamos en el mapa el recorrido original que se acercaba a los 30km y la posibilidad (según las fuerzas) de visitar dos vértices geodésicos cercanos al camino. Finalmente todas las visitas previstas se realizaron conformando un recorrido de alta calidad que a continuación os relato apoyándome en esta ocasión en los sabios consejos que Rafael Cebrián relata en su libro Montañas Valencianas : La Tinença de Benifassà.
Vista de la zona del parking
Ver Coratxar en un mapa más grande
Descripción del Recorrido
Llegamos a Coratxà temprano a sabiendas de la larga jornada que teníamos por delante. Así, sobre las 5:15 de la mañana aparcamos en la plaza y empezamos nuestro recorrido dirigiéndonos a la parte baja del pueblo para encontrar la pista, en principio pavimentada, que seguiremos hasta cerca de Peñarroya.
Poco hay que contar de este recorrido que ya teníamos previsto hacerlo de noche para evitar la monotonía de la pista, únicamente comentar que en ocasiones el alegre fluir del arroyo de prades nos acompañaba en nuestro nocturno caminar.
Si lleváis el GPS, podréis ver diferentes atajos que hemos marcado en una zona cercana al pueblo donde se evitan largas curvas de pista. Posteriormente no cabe más que seguir el camino principal sin tomar ningún desvío.
Atravesaremos un vallecillo en el que las bondades del terreno parece ser que permitieron establecerse unas cuantas masías con sus terrenos de cultivo. Entre penumbras divisamos las paredes del Mas del Rullo, el Mas de Peret, el Mas del Sordel y otros.
Llegaremos a un punto en el que nuestro recorrido se hace coincidente con el del PR-TE 157
Éste es un punto en el que podemos acortar el recorrido considerablemente desviándonos por senda hacia la izquierda que pasa por delante de las Rocas del Masmut evitando el rodeo a las mismas. Aunque nosotros preferimos realizar el rodeo y disfrutar de los distintos ángulos de visión que ofrece tan característica formación
Empieza a amanecer
Enlazamos con el PR-TE 157
La monotonía de la pista pronto queda compensada cuando, tras un recodo, nos aparecen en el cercano horizonte las soberbias proas de las Rocas del Masmut.
Las Rocas del Masmut
La pista cruza el arroyo y encontramos unas pozas
Ascendiendo por la pista, encontraremos la Fuente de la Canaleta con su correspondiente abrevadero y un poco más arriba el Mas de Peret, en buen estado de conservación.
La fuente de la Canaleta
El Mas de Peret
Estamos rodeando las altas paredes de las rocas por su pie hasta que la pista se cruza con otra perpendicular que llega por la izquierda, pista que seguiremos al regreso.
Más vistas de las impresionantes formaciones rocosas
En este cruce observamos una balsa de agua, desde la cual nace un ancho sendero que utilizaremos para bajar a Peñarroya. Pronto podemos ver el bonito pueblo con unas curiosas casas-cueva construidas contra un murete rocoso. Allí se ubica el Pont Xafat, que parece ser daba acceso al castillo de la población del que actualmente no queda nada en pie.
Balsa y abrevadero
Bajando hacia Peñarroya
Prigón instalado en la romería de 2005
El Pont Xafat
Casas-Cueva o corrales
Llegamos a Peñarroya y, tras tomar algo en el bar que se encuentra en la parte baja de la población, volvemos a subir por sus empinadas calles hasta llegar de nuevo al Pont Xafat que cruzaremos para regresar a la balsa del cruce de pistas, en esta ocasión utilizando la pista y un bonito senderillo que nace de ésta.
Por las calles de Peñarroya
No está la foto torcida … ¡ el pueblo tiene las calles muy empinadas !
Prácticamente hemos hecho la mitad del recorrido y ha sido bastante rápido y cómodo, se nota que hemos estado todo el rato perdiendo altura y caminando por pista ancha y fácil.
Ahora las cosas cambian, nos encaramos a la segunda parte del recorrido de subida en su totalidad con cortos tramos llanos. Aunque la belleza del entorno que atravesaremos bien merecen la pena.
Llegados a la balsa continuaremos por la pista en claro ascenso hasta llegar a un colladito desde el que disfrutaremos de la estupenda visión de las Roques de Masmut, donde podemos encontrar múltiples vías de escalada. Desde este colladito también es posible coronar las Roques utilizando un senderillo que encontraremos marcado con rayas verdes.
Vamos subiendo por la pista, aún siguiendo el PR
Vamos disfrutando de las vistas hacia las Rocas del Masmut
Nosotros continuamos pista arriba para alcanzar a unos cientos de metros del collado y en fuerte ascenso una senda que sale por la derecha, visible en su arranque con una marca de rayas verdes que nos acompañarán en todo el recorrido de vuelta coincidente con el de la rogativa de Vallibona a Peñarroya.
Nos desviamos por senda
Dejamos a nuestras espaldas las Rocas del Masmut en uno de sus puntos de observación más espectaculares mientras vamos ganando altura cómodamente por la bonita senda entre pinares.
Decimos adiós a las Rocas del Masmust
Por allá abajo transcurre el Arroyo de Prades, por donde pasamos antes
Pronto se llega a un collado donde encontramos a la izquierda de la senda el Mas de Borla, en ruinas y a su costado una nevera, cuyo pozo circular aún se mantiene en pie.
El Mas de Borla y la nevera
En este punto tenemos la opción de visitar un vértice geodésico, el de La Tossa. Nosotros optamos por visitarlo. Se encuentra en el cerro que tenemos a la derecha, justo enfrente del Mas de Borla. Subimos a la trocha por terreno muy empinado, rodeados de bonitos ejemplares de encina.
Tras una buena subida que nos hará sudar de lo lindo alcanzamos el vértice que goza de buenas panorámicas hacia el Norte – Noroeste.
Llegando al vértice
Vértice La Tossa ¡Cima!
Peñarroya
La parte accesible sin escalar de las Rocas del Masmut
Vemos el Cingle de Sant Jaume y La Puntasa, próximos destinos
Una vez cumplido el objetivo descenderemos a criterio hasta alcanzar de nuevo la senda que veníamos siguiendo y que cambia de vertiente sobre el Arroyo de Prades o Canal d’en Pavía, a bastante altura sobre su cauce, que es el que seguíamos esta madrugada.
Caminamos altos sobre el arroyo, por un sendero que desde el mas es prácticamente horizontal siguiendo un estribo norte sur, a la vista de las accidentadas laderas de la sierra de Peñarroya.
Por la estupenda senda
Las accidentadas laderas de la sierra
En la dirección norte vemos una franja rocosa, una cornisa como balcón horizontal, La Cingla de Sant Jaume, que es por donde pasa el itinerario. En la misma línea orientativa, la Puntasa, un vértice geodésico, también sobre una franja rocosa y buena referencia en el recorrido.
Al norte, la Cingla de Sant Jaume y La Puntasa
Por el camino encontraremos La Creu del Llop, una pequeña cruz de obra sobre una piedra con este nombre, un poco más adelante y siempre por estupenda senda tendremos la fortuna de observar un ejemplar de enebro monumental.
La Creu del Llop
Llegamos hasta un ejemplar de enebro espectacular
Continuaremos ahora en descenso para alcanzar una pista, que cruzaremos, y seguiremos de nuevo por senda que empieza a ganar altura con fuerza y nos lleva por un precioso bosque de pinos a encontrar el camino que, por estrechas terrazas, nos permite superar las verticales paredes de La Cingla de Sant Jaume.
Llegamos a una balsa y a la pista que cruzaremos
Subiendo hacia el Cingle de Sant Jaume
Estamos en una amplia terraza relativamente llana y, al frente, en dirección norte, el alto de la Puntasa, cintos rocosos en la cima, sobre laderas boscosas. Vemos una pista que atraviesa longitudinalmente la ladera. El sendero nos lleva hasta su mismo trazado.
Encontramos un pilón de los que señalan la romería
En la segunda loma está el vértice de La Tossa que hemos subido antes
Vistas hacia el Tossal d’En Canader
Tirando de zoom, las nevadas cumbres de Pirineos
Atravesamos la llanura del Cingle
Seguimos la pista por la izquierda, en su curso ascendente. Abandonamos la cuenca del arroyo de Prades por un barranco lateral confluente al mismo, el barranc de Pitxi.
Llegamos a la pista y la seguimos por la izquierda
Por la pista encontraremos un pino muy curioso, el Pi de Pitxi, cuyas ramas tocan al suelo formando un curioso ejemplar bajo la sombra del cual nos cobijamos para dar buena cuenta de las viandas que venimos acarreando para la comida.
El Pí de Pitxi
Relajados a la sombra del pino y tumbados sobre el agradable colchón de hierba decidimos subir al vértice de La Puntasa y de este modo acabar de redondear una magnífica ruta.
La forma más rápida de ascender desde donde estamos es, de nuevo, a la trocha. Así que ni cortos ni perezosos dejamos el Pi de Pitxi a nuestra espalda y superamos una empinada ladera que nos conduce a una pista que seguiremos por nuestra derecha para coronar el segundo vértice del día.
¡Arriba, arriba!
Un tramo por pista y llegaremos al vértice
El vértice de La Puntasa ¡cima!
Vemos la central térmica de Andorra – Teruel
Vistas del Cingle de Sant Jaume y la senda que hemos recorrido
Cerca del vértice nos podemos acercar a visitar una cueva (la hemos marcado en el track), para posteriormente regresar a la pista y seguirla sin desviarnos hasta encontrar un cruce, a la derecha del cual encontraremos el Avenc de l’Ase.
Cueva
Masía y antes de llegar al Avenc
Avenc de l’Ase
Volvemos a la pista y la seguimos hacia el sur sin desviarnos para llegar en un par de kilómetros al final de este magnífico y exigente recorrido.
¡¡UUaaaa!! peazo ruta y que formaciones más impresionantes. A valido la pena el madrugón ¿einnn?.
ResponderEliminarSaludos
Pues si Alex,valió la pena, ¡menudo rutón!, es una de esas rutas que hacía tiempo que teníamos ganas de hacer y que una vez finalizada exitosamente, queda la agradable satisfacción de "las cosas bien hechas".
ResponderEliminarÁngel nuevamente alabar tu difícil y correcto retrío y elección de fotos, y la buena crónica explicativa realizada.
Saludos y B.R.A.T.
30 Kms!!!
ResponderEliminarY a las 5h. en Coratxa !!
A qué hora salisteis?????
Buena ruta parece y fantástico paisaje, pero esos madrugones ...
Jeje. Tempranito para variar, Álvaro. Pero mereció la pena desde luego ... acabamos sobre las 15:30 ... a la velocidad que se hace de noche no podíamos salir mucho más tarde, además pensábamos que nos costaría una hora más por lo menos.
ResponderEliminarImpresionante ruta. Que epoca me recomiendas para hacerla¿?
ResponderEliminarYo vivo en Valencia, con lo que lleva 2 horas y media de coche la ida y lo mismo para la vuelta
Hola singlescs2, decididamente en otoño, primavera o a principios de verano ya que en invierno la carretera que sube al Coratxar está la mayor parte del tiempo con nieve o con riesgo de hielo y en pleno verano como hay muchas zonas sin sombra no sería muy agradable.
ResponderEliminarSaludos.
Como tu dices ¡¡¡¡ Rutón!!! tiene una pinta fantástica , las rocas del Masmut impresionan en foto ,insitu debe ser espectacular , cuevas , una vegetación frondosa ,una buena altura para tener buenas vistas, larga y física. Vamos de las que a mi me gustan.Tomo nota ,saludos
ResponderEliminarMe alegro que haya gente que patee y disfrute de estos rincones tan entrañables.
ResponderEliminarLa subida al cingle de Sant Jaume con las traviesas de sabina para que las reatas de mulos no resbalaran y perdieran las preciosas cargas como el pescado que llevaban de Vinaroz a Zaragoza y "refrigeraban" en las diversas neveras situadas estrategicamente ( una de ellas la del mas de Borla)... ¡¡¡ Y luego dicen que el pescado es caro !!!
Un saludo
Martin