Ficha Técnica

Recorrido : Pratdip – Crestas de la Seda – Pas dels Siscus – Mont Redón – Cavall Bernat – La Miranda – Covetes de Cal Vaqué – GR7 – Llaberia – Coll Bassa de les fonts – Cingles de la brancana – Grau de les Moles – Drecera del Zenon – Pradtip
Distancia : 17,83km
Desnivel positivo : 1055m Altitud mínima : 218m Altitud máxima : 912m
Tiempo total : 7h 18min / En Movimiento : 5h 06min
Valoración : Buen recorrido por la zona de la Sierra de Llaberia por terreno poco amable, pedregoso y empinado. Hay tres tramos a mencionar, las crestas de la seda con pequeñas trepadas, el ‘pas dels siscus’ un corto tramo equipado con cadenas y que se puede evitar por la izquierda del mismo y finalmente la ascensión al cavall Bernat que, aún siendo fácil, no está exenta de riesgos. Las vistas desde la zona alta son espectaculares y el tramo que transcurre por las crestas de las seda muy entretenido.
Recursos :




Introducción y Punto de Inicio
Hace ya algún tiempo estuvimos por la Sierra de Llaberia en un recorrido circular que unía Pratdip y Colldejou (siguiendo los pasos de Jose Luis) y nos dejamos por coronar algunas cimas, así que decidimos volver a coronar el Mont Redón, el Cavall Bernat y La Miranda (curiosa cima coronada por un radar meteorológico).
Para no repetir mucho recorrido, en vez de tirar hacia Colldejou, tras visitar la miranda nos fuimos hacia la pequeña población de Llaberia y, desde aquí, a buscar un bonito bajador hacia Pratdip. Salió un bonito recorrido, sin excesivo desnivel, pero aún así suficientemente intenso como para aplacar nuestro vicio montañero.
Para iniciar nuestro recorrido debemos desplazarnos a Pratdip, en la comarca catalana del Baix Camp.
Un buen lugar para dejar el coche es al final del pueblo, donde se encuentran unos contenedores de basura. Allí hay habilitado un pequeño parking y ya encontramos los primeros paneles indicadores de la ruta.
Descripción del Recorrido
Viento, siempre que venimos por esta zona hace un viento del carajo. Y esta vez no iba a ser menos, de hecho nos acompañó durante tooooooda la ruta.
Como el tramo de recorrido hasta las cercanías al acceso a Mont-Redón es el mismo que hicimos en la última ruta ‘copio-pego’ aquí el relato anterior :
Sin pensarlo demasiado nos ponemos los frontales y empezamos el recorrido aún de noche (qué raro …) Desde el parking vemos las primeras señales que nos llevan a cruzar la carretera T-310 y continuar unos pocos metros por asfalto. Enseguida nos desviaremos a la izquierda por un camino pavimentado que empieza a subir fuerte. Vemos las primeras pintadas del PR que deberemos ir siguiendo.
Encontramos una cadena que cruzamos y proseguimos por el camino para, a la vista de una señal de PR desviarnos a la izquierda por senda, un poco antes de llegar a una casa donde termina el camino.
Estamos andando entre un frondoso pinar, por una estrecha y bien dibujada senda que gana altura rápidamente. El desnivel es pronunciado y nos saca los primeros colores. Abundantes pinos caídos y ramas rotas se nos presentan como testigos mudos de los tremendos vendavales que deben sufrir estos árboles.
La senda acaba en una pista que tomaremos hacia la derecha para abandonarla muy pronto por la izquierda a la vista de los abundantes paneles que nos indican los múltiples destinos a los que podemos acceder desde aquí.
Nos encontramos en la senda de acceso a las crestas de la seda. Seguimos ascendiendo sin tregua, aún entre bosque. Pronto el pinar queda atrás y accedemos a una zona más despejada.
Ya podemos ver las crestas de la seda enfrente nuestro (si vais de día, claro …). . Puntos azules de pintura nos acompañan y guían nuestros pasos mientras avanzamos por senda suficientemente definida en dirección a las crestas. Pronto llegamos al Coll de la Seda.
A partir de este punto la senda es menos visible, debemos avanzar en ocasiones trepando y en otras por pasos un poco aéreos, pero sin gran dificultad. Basta con asegurar los pasos y dejarse guiar por las marcas azules que nos llevarán por el camino más fácil. Es un tramo muy entretenido que nos permite ganar altitud rápidamente, además de resultar un precioso balcón hacia el valle y el Mediterráneo.
Superadas las crestas llegamos a una zona más llana donde la senda reaparece, la seguiremos hacia el Noroeste en dirección a otro resalte rocoso conocido como el Pas dels Siscus. Se trata de un fácil paso equipado con unas cadenas que nos permitirán rebasarlo sin dificultad. En caso de que este paso se nos atragante, siempre se puede tomar una senda que nace al pie de éste, y que lo rodea por la izquierda.