Pirineos 2016 - Pass'Aran en tres días - Día 2

Ficha Técnica

Fecha : 29/07/2016

Recorrido : Refugio Maison du Valier - Cabane de l'Artigue - Cabane y fuente de Trapech - Cabane Clot Du Lac - Cabane de Besset - Cabane Arech - Collado Arech - Bosque de l'Aspé - Refugio de Eylie

Distancia : 20,48km

Desnivel positivo/negativo :: 1782m / 1705m aprox.

Tiempo total con paradas : 9 horas 50min aprox.

Valoración : Segundo día de la travesía en el que debemos ser conservadores en las primeras y fuertes pendientes. Tenemos por delante dos subidas de más de 800 metros positivos con sus correspondientes descensos. Una etapa para disfrutar de frondosos bosques, verdes prados, cabañas de pastor y un par de collados en altura con unas panorámicas embriagadoras.

Recursos :   Enlace al resumen de la ruta y al track completo

Punto de Inicio

Se inicia el recorrido en el refugio de montaña "Maison du Valier". (información del refugio, cómo llegar, etc : http://www.maison-valier.fr/)

Descripción del recorrido

Nos levantamos todo lo temprano que nos permite la hora en que se sirve el tardío desayuno (para nuestros hábitos madrugadores). Habiendo descansando magníficamente en las cómodas camas individuales de este encantador refugio, damos buena cuenta de unas deliciosas tostadas con mermeladas caseras, cafés, zumos y cereales. Tras liquidar la cuenta salimos los primeros del refugio despidiéndonos de unos simpáticos caminantes de Murcia con los que entablamos animada conversación y a los que veremos en el próximo refugio.

Esta etapa transcurre íntegramente por el trazado del GR-10 así que no vamos a tener problemas orientativos, basta con no perder de vistas las marcas blanquirojas características de estos senderos.

Vamos mentalizados para lo que nos viene … algo más de 800 metros para arriba y luego a perder toda la altitud ganada para volver a subir otros 800 metros y volver a perderlos casi todos … ¡una buena paliza!. Esta etapa se corresponde con la tercera de Pass’Aran y no nos atrevimos a añadir nada más … casi 10 horas de recorrido sin entretenerse demasiado demostraron que era más que suficiente.

Dejamos el refugio por la zona del parquin y enseguida vemos una senda a la izquierda de la carretera de acceso que inicia con carácter, ascendiendo de forma endiablada por un magnífico hayedo que nos dará sombra durante un buen rato.

Las armas preparadas, al ataque

Al poco de empezar directos al bosque, frondoso, verde, magnífico

 
 



El sendero está magníficamente trazado y dibuja continuas zetas (lo que será la tónica para todo el recorrido de hoy) que permiten ganar altitud con cierta comodidad. De este modo vamos progresando sin prisa pero sin pausa para, casi sin darnos cuenta, salir del bosque y observar que llevamos casi 500 metros positivos.

Dejamos el bosque atrás

Estamos ahora en unas amplias praderas herbosas, zona de ganado, con multiples cabañas de pastores. Algunas están abiertas y podrían usarse de refugio. En esta zona el progreso es aún mejor que por el bosque, las zetas son muy amplias y el ascenso, aunque evidente, se hace muy llevadero.

Cabane de l’Artigue

 

Cómodo ascenso por amplias zetas

 
 
  

Siempre siguiendo las señales del GR-10 alcanzamos el primero de los collados en el que se ubica otra cabaña. Observamos el profundo valle al que tenemos que descender y enfrente nuestro el siguiente collado muy, muuuy lejos todavía. Buen lugar para pararse a almorzar.

Alcanzando el collado

 

A recuperar

 

Buenas vistas

 

Tras la pausa emprendemos el descenso hacia el fondo del valle embriagados por los paisajes que nos rodean, la amplitud visual es excelente y vamos descendiendo a buen ritmo.

Toca descender, buen camino y a buen ritmo

Pronto volvemos a adentrarnos en otro magnífico bosque y entre un sinfín de zetas alcanzamos el punto más bajo junto a un arroyo que cruzamos, no sin cierta dificultad por lo embarrado del terreno y por unos famélicos insectos que se empeñan en mordisquearnos a placer.

Otra vez en el bosque, disfrutando

 

Cruzado el riachuelo se inicia el segundo ascenso del día, otra pared de más de 800 metros positivos. Primero por vegetación de ribera y pronto en otro apabullante hayedo con ejemplares espectaculares. Mucha sombra que se agradece enormemente.

Cruzamos el río, atacados por los insectos

   

Enormes ejemplares en el inicio de la segunda subida del día

   
 

El bosque … pues para gozarlo, desde luego

 




El ascenso por el bosque es delicioso pero, como en la primera subida del día, lo dejamos atrás para transcurrir durante un buen rato por un tupido “bosque” de helechos. Tal es la espesura que en ocasiones la senda parece perderse, aunque de nuevo las sucesivas zetas nos conducen sin mayores problemas.

Salimos al sol y al bosque de helechos

 

El ascenso empieza a ponerse duro por el desnivel acumulado y por el intenso calor que está haciendo. Alcanzamos una pista que seguimos por la izquierda hasta que esta muere al lado de una cabaña/refugio y muta a senda que asciende en una larga y empinada diagonal por la ladera.

Por la pista que finaliza a los pies de la ladera

 

Cabane de l’Arech

 

¡Arriba!

Cuando parece que has alcanzado el collado, ¡oh sorpresa!, aún tienes unos cuantos metros más de inmisericorde subida por prados herbosos que te hacen flaquear las piernas. Pero, eso sí, el paisaje te deja boquiabierto, sobretodo cuando miras atrás y ves el primer collado del día y el descenso que ya se ha realizado.

Miramos atrás para ver el primer collado del día y la zona de descenso

 



Fotos de rigor y por fin alcanzamos el Collado de l’Arech. Toca comer y tras esto emprender el largo descenso hasta Eylie.

Collado de l’Arech

 

Este último descenso se hace pesado e incómodo. El sendero atraviesa zonas de matorral bajo y algunas embarradas que a estas alturas se nos van atragantando. Como no podía ser de otro modo atravesamos otro fantástico bosque y alcanzamos la pequeña población de Eylie.

Emprendemos el descenso

 

De nuevo por bosque, vemos restos del pasado minero de esta zona. Mañana veremos muchos más

   
 

Ya llegamos ….

 

Aún queda cruzar un riachuelo y subir una última tachuela para alcanzar el refugio y dar por finalizada esta dura etapa.

 




El refugio es bastante peculiar, en una antigua casa de piedra se encuentra un salón común y en la planta superior e inferior las habitaciones con literas muy estrechas, aunque se puede disfrutar de una magnífica ducha. El comedor se encuentra en el pueblo, por lo que hay que desplazarse hasta allí (5 minutos caminando). Fabulosos los guardas, de gran simpatía y amabilidad, que se esforzaron en todo momento por hacer que nuestra estancia fuera lo mejor posible. Buenas cervezas, magnífica cena, gran ambiente, buen vino y gratificante reencuentro con los caminantes de Murcia con los que casi acabamos con la reserva del tinto de la casa.

Refugio d’Eylie

 

¡A dormir!

 

Álbum de fotos