Pirineos 2013 : Día 1 : Candanchú–Lescun

Ficha Técnica

Recorrido : Cadanchú - Cabane Escouret - Lago y refugio de Arlet - Cabane de Lapassa - Collado de Saoubathou - Collado de la Cuarde - Collado de Burcq - Col de Pau - Camping Lauzart (Lescun)

Distancia :  35km

Desnivel positivo : 1650m aprox. Altitud mínima : 850m  Altitud máxima : 2060m

Tiempo total : 10h 33min  /  En Movimiento : 7h 50 aproximadamente

Valoración :  Este primer día de travesía se inicia por bonitos bosques para dar paso a magníficos prados en altura. Es una jornada larga en la que no hay que entretenerse demasiado. A destacar los frondosos bosques, el precioso entorno del refugio de Arlet y las bellas panorámicas desde las partes más altas.

 
 

Recursos (wikiloc enlaza a la ruta completa de los tres días)

Introducción y Punto de Inicio

Para la introducción leer este post : http://vamosderuta.blogspot.com.es/2013/08/pirineos-circular-candanchu-lescun.html

Descripción del Recorrido

Esta primera jornada de nuestra travesía va a consistir básicamente en seguir la Senda de Camille pero saliendo desde Candanchú en lugar de Somport.

Nos vamos a meter entre pecho y espalda dos etapas de un tirón. En breve resumen se trata de perder altura desde Candanchú para adentrarnos en tierras francesas y, tras cruzar varios barranquillos, empezar un mantenido ascenso hasta alcanzar el Refugio de Arlet, fin de etapa de la Senda de Camille. Tras alcanzar el refugio aún queda un buen tramo de suave ascenso para finalmente encarar un pronunciado descenso hacia Lescun.

Así que, una vez más y después de pegarnos el madrugón padre para llegar a Candanchú temprano, iniciamos la caminata atravesando el amplio parking de la estación de esquí para , tras alcanzar las amplias campas de hierba que siguen al parking, desviarnos por una clara traza a nuestra derecha y pararnos ante una muga que delimita la frontera entre España y Francia. Desde aquí y durante todo el día estaremos en territorio francés.

Atravesamos el Parking de Candanchú

Muga que nos adentra en territorio francés

Desde la muga anteriormente mencionada vemos cómo la niebla cubre un frondoso bosque hacia el que debemos dirigirnos en claro descenso.

Hay camino cómodo y descendente

Vamos a adentrarnos en el bosque, rodeados de densa niebla

Conviene  tener en cuenta que las marcas de la Senda de Camille que queremos seguir brillan por su ausencia, así que habrá que ir tirando de mapa y track en el GPS.

El bosque es espectacular, parece que no alcance la luz del sol a las partes bajas. El senderillo que seguimos tiene múltiples bifurcaciones y en más de una ocasión debemos pararnos y consultar el track ó mapa para tomar el camino correcto.

Por el bosque

Tras atravesar un barranquillo empezamos a ascender duro por el bosque hasta que salimos a una zona despejada desde la cual alcanzamos una cabaña de pastores. El camino continúa dejando la cabaña a nuestra izquierda y afianzándose hasta alcanzar otro riachuelo que habrá que cruzar.

Cruzamos un riachuelo para empezar a subir con firmeza

Atravesamos grandes campos de helechos

Cabaña de pastores, veremos unas cuantas hoy

Buen camino

En este punto encontramos una pista y vemos una senda con marcas de GR que la cruza atajando unas cuantas curvas. Este sendero se adentra en otro bosque de fábula que disfrutamos mientras ascendemos duro.

Bajamos para cruzar un riachuelo y subir por empinada senda

Hacia el Refugio de Arlet

A disfrutar de nuevo de un bosque de hadas

Tras el tramo de bosque se abre de nuevo la panorámica que nos permite divisar, aún bastante lejos, el primero de los collados de altura (cerca de 2000m) de los muchos que atravesaremos hoy.

Vista atrás, espectacular

Dejamos la senda para tomar una pista que cruza otra cabaña de pastores. Vimos abundantes ovejas y un perro con muy malas pulgas que nos dio un buen susto e hizo que apretáramos el paso dejando atrás las ovejas y la cabaña a marchas forzadas.

Hacia adelante, el camino que nos toca y los paredones que hay que superar

Pero antes, una terracita con buenas vistas para desayunar

Granja de ovejas que dejamos atrás

Nos enfrentamos a una subida bastante empinada pero con buenas zetas que nos permiten avanzar disfrutando del paisaje que vamos obteniendo al ganar altitud.

Subiendo hacia el collado

Tras alcanzar el collado divisamos los primeros prados de altura, preciosas alfombras verdes que se pierden hasta donde alcanza la vista. El Midi y otros gigantes aparecen ante nuestros ojos embelesándonos con su magnífica presencia.

Alcanzado el collado increíbles prados se abren ante nuestros ojos

El camino a seguir está claro

Bonitas yeguas

Avanzamos a buen ritmo, el terreno lo permite. Vamos por un camino muy cómodo y rodeados de prados cruzándonos de vez en cuando con algunos senderistas acompañados de mulas de carga. Al parecer en el refugio de Arlet se alquilan para realizar excursiones.

Más y más prados

Vista atrás

Tras otro pronunciado ascenso divisamos el refugio de Arlet ubicado en un lugar privilegiado y acompañado de un bonito lago. El aspecto es 100% alpino y apetece tumbarse un rato a descansar.

Posado, con el refugio de Arlet al fondo

Cruzamos por delante del refugio y continuamos nuestro periplo perdiendo algo de altitud por terreno incómodo para pronto volver a subir de nuevo por buen camino que avanza colgado a media ladera y que nos conduce a otro collado desde el que se abren unas vistas increíbles. Me cuesta describirlo y plasmarlo en fotografías.

Toca perder altitud y remontar por el camino de la izquierda

Ese Midi …

Avanzamos, siempre por camino cómodo

Alcanzando el collado

Ahí estamos

Las vistas desde el collado son sencillamente espectaculares, magníficas

Desde este collado vemos claramente el camino a seguir, una senda que va ganando altitud suavemente entre verdes prados y que acaba en una mole rocosa que, desde aquí, parece infranqueable.

Aquí vemos todo el camino a seguir hasta los picos rocosos de la derecha

Sin pensarlo demasiado nos lanzamos a ascender a buen ritmo, la pendiente no es fuerte y nos permite avanzar sin problemas. Estamos andando justo por la divisoria de la frontera y si nos asomamos a la parte española las vistas tampoco defraudarán lo más mínimo.

Derecha España, izquierda Francia

Tremendo valle que se abre hacia las cercanías de Lescun

Curiosa cerámica conmemorativa

Alcanzando el último collado en altura del día

Tras la zona de prados superamos el último tramo más empinado con algo más de esfuerzo hasta alcanzar el último collado del ascenso. Desde aquí el valle de Lescun nos espera pero primero hay que realizar un fuerte descenso plagado de apretadas zetas que nos irá conduciendo sabiamente a las faldas del valle.

Último collado, pletóricos

Parte del camino recorrido desde el último collado

Si seguís el track podréis observar que a mitad de la bajada nos salimos de camino. Tomamos un atajo campo a través que permitía acortar un par de lazadas de la senda.

Descendiendo hacia el valle de Lescun

Alcanzaremos una pista y una fuente de buen caudal en la que refrescarnos antes de proseguir y alcanzar una pista asfaltada.

Bonjour, madame, pour aller à Lescun?

Ya se ve el fondo del valle

En este punto el mapa y track siguen por la pista asfaltada hasta alcanzar el Camping Lauzart en Lescun, zona donde debemos pasar la noche. Nosotros intentamos evitar la pista asfaltada tomando un camino a la derecha de la misma, pero es mejor seguir por el asfalto. Acabamos liados entre fincas privadas y nos tocó saltar unas cuantas vallas para volver al camino correcto.

Punto en el que nosotros dejamos el asfalto para intentar seguir el PR

Tras varios “asaltos” a fincas privadas conseguimos retomar el camino

Qué bonito es Lescun

De este modo, finalmente alcanzamos el Camping de Lescun donde disfrutamos de un merecido descanso. Por cierto, el refugio del camping excelente. Buenas duchas y amplias habitaciones, además de una abundante cena. El picnic del día siguiente fue algo escaso, pero es lo único negativo que se puede achacar.

Acabando la ruta

El camping-refugio de Lauzart

Toca descansar, la jornada de mañana también supera los 30km y un desnivel notable. Así que ¡buenas noches!